La estimulación del lenguaje empieza en casa

El lenguaje es uno de los procesos más importantes y complejos en el desarrollo del ser humano pues no solo se trata de poseer un repertorio de palabras, sino de utilizar las mismas para formar una estructura que nos permita expresar, comprender y comunicar.

Es una de las capacidades más extraordinarias de las que estamos dotados, sin embargo, el desarrollo de éste dependerá de diversos factores individuales, familiares, sociales y contextuales, que pueden condicionar su aparición o ritmo de desarrollo. Los niños que son pobremente estimulados, presentan mayores dificultades para adquirir el lenguaje.

Cuando nos referimos al lenguaje hablamos de todo este mundo complejo de la comunicación en el que estamos inmersos. Si nos detenemos un momento a pensar ¿cómo podemos desarrollar el lenguaje en nuestros niños? pues la respuesta será muy sencilla; por imitación, siendo los padres los primeros modelos. 

Son muchas las oportunidades y herramientas con las que contamos en nuestro día a día para estimular la comprensión y expresión del lenguaje, por eso es primordial para su estimulación tener en cuenta algunos aspectos:

  • Los niños aprenden fundamentalmente imitando al modelo.
  • El aprendizaje es mucho más eficaz si la experiencia resulta placentera, a través del juego.
  • La estimulación será más efectiva si las actividades de juego se adaptan a los intereses del niño y son compartidas por familiares o amigos. 

En esta etapa la presencia del adulto es importante. Somos el principal modelo y referente de nuestros hijos. Aprovechemos para que en este momento se nutran de aprendizajes significativos haciendo cosas de interés que nos lleven a potenciar su lenguaje. No solo se trata de exponer al niño al lenguaje, también es necesaria una adecuada estimulación, mediante la interacción y el juego, que le permita adquirir las destrezas visuales, auditivas, táctiles, motrices, cognitivas, sociales, entre otras;  necesarias y precursoras del lenguaje. 

Cuando una madre toma a su bebé en brazos y mientras le da de lactar, ella lo mira, ríe con él y le habla, es decir lo estimula; de igual manera estamos enriqueciendo su lenguaje si el bebé a los 8 meses está balbuceando, la mamá lo mira, sonríe y sigue al pequeño, repitiendo con él los sonidos que emite, así también potenciamos su lenguaje al  año y medio cuando el pequeño intenta comunicarse con su madre diciendo: “aua, aua” y ella le pregunta ¿quieres agua? permitiendo que el niño responda y exprese su necesidad.

Debemos ser padres activos, solo necesitamos utilizar nuestra voz, por eso es importante que al momento de usar materiales o juguetes, estos sean sencillos para favorecer la comunicación adulto-niño. 

Para estimular el lenguaje de los niños podemos:

  • Cantar canciones realizando gestos para que ellos imiten (aplausos, decir «hola» y «adiós» con la mano).
  • Emitir sonidos de la vida cotidiana (onomatopeyas) ayudándonos de juguetes, tarjetas con fotografías o dibujos, utilizando el propio cuerpo.
  • Jugar al escondite con objetos.
  • Buscar y reconocer a personas o familiares a través de fotografías.
  • Jugar a adivinar nombres de personas, animales, objetos o partes del cuerpo.
  • Despertar  el interés por la lectura, leyendo con el niño.
  • Aprovechar cualquier circunstancia cotidiana como: salida al parque, al zoológico, al mercado, entre otros; para que se exprese, utilizando juegos como: veo veo, ritmo ago go.

No  olvidemos:

  • Dar énfasis a los gestos y el tono de nuestra voz para captar la atención del niño.
  • Fomentar el contacto ocular.
  • Darle un tiempo al niño para que elabore su respuesta.
  • Elogiar cada logro de nuestro hijo para motivarlo a seguir aprendiendo.

LA COMUNICACIÓN, EL JUEGO Y EL  TIEMPO CON NUESTROS HIJOS, SON LAS TRES PALABRAS CLAVES QUE NOS PERMITIRÁN NO SOLO ESTIMULAR, SINO TAMBIÉN DESARROLLAR EL LENGUAJE.

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